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NUESTRO SACERDOTE

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Soy el Rev. Miguel Álvarez. Nací en Jalupa, Tabasco (México).

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Vengo de una familia muy religiosa. Recuerdo que cuando era niño mis padres me hablaban de Dios; me enseñaron las primeras oraciones: el Padre nuestro, el Ave María, rezábamos el Rosario todas las noches. A la edad de catorce años sentí que Dios me estaba llamando a servir como sacerdote. Entonces, respondí al llamado de Dios, así que decidí ingresar al seminario de la "Orden Religiosa" de los Misioneros de Guadalupe en la Ciudad de México. Estudié Filosofía y Teología en la Universidad Intercontinental. Obtuve el grado de Licenciatura en Filosofía. Disfruté mi vida como seminarista porque vivíamos en comunidad.

Soñaba llegar a ser un misionero para compartir mi vida con la 

gente y hacer presente el Reino de Dios a través de las enseñanzas, oraciones, adoración y celebración de la Eucaristía. Tuve la oportunidad de estar en Corea del Sur durante casi cinco años, aprendiendo el idioma coreano, su cultura y ayudando en nuestras misiones. Estas experiencias me hicieron más fuerte en mi vocación misionera.

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Fui recibido como sacerdote episcopal en la Diócesis de Nevada en noviembre de 2013. Me gusta la forma en que somos en la Iglesia Episcopal, un poco diferente a la Iglesia Católica Romana en donde fui ordenado sacerdote. He disfrutado cada momento de mi vida como sacerdote. Cada vez más siento cómo Dios me está llevando a un crecimiento espiritual en mi vida, y la vida de los miembros de nuestra congregación en donde estoy sirviendo.

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Antes de llegar a esta diócesis, estuve en la Misión de Santo Tomas, en Las Vegas, Nevada.

En Abril de 2015 llegue a esta linda Diocesis del Oeste de Carolina del Norte en el gobierno del Obispo Taylor y siendo Misionero Diocesano el Rev. Hilario Cisneros a quienes les dio las gracias por su apoyo.

Todos los días renuevo mi promesa de seguir sirviendo a nuestro Dios amoroso a través del ministerio que realizo en nuestras comunidades. Constantemente recuerdo el pasaje en el evangelio donde Jesús dijo: "La cosecha es abundante pero los obreros son pocos". Creo que parte de esa cosecha es el crecimiento de las comunidades latinas en nuestra diócesis.

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Estoy muy feliz y agradecido con todos los que han hecho posible de estar sirviendo en esta bonita diócesis, principalmente a nuestro Obispo Jose McLoughlin, por su apoyo incondicional.

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